Jesús funda una Iglesia y hace la promesa de que el mal no ganará frente al bien, además les da la orden directa, poniendo a Pedro a  la cabeza. La sucesión apostólica es hoy la Iglesia Católica extendida por todo el mundo.

Mateo 16:18: "Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." 

Jesús les da la orden de mantener la sucesión, ordenando a nuevos ministros legítimos de Jesucristo.

1 Clemente 44:1-2: "Y nuestros apóstoles supieron, por nuestro Señor Jesucristo, que habría contención acerca del nombre del episcopado. Por esta razón, habiendo recibido perfecto conocimiento de esto, establecieron a los antes mencionados y más tarde añadieron una provisión para que, si morían, otros hombres probados les sucedieran en su ministerio." 

Jesús es muy claro y dice que quien rechace a la Iglesia que ÉL mismo funda, le rechaza a ÉL.

Lucas 10:16: "Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado."